lunes, 14 de noviembre de 2016

Insurrecta

Tengo mucho por corregir aún:

A veces grito cuando algo me indigna y me bebo  sorbos la cerveza deseando siempre más. No puedo conciliar con los hipócritas, ni con los santos de papel. El "Gilles de la Tourette" me persigue "a veces" cuando hablo; Confío demasiado en la gente y mi alma siempre se transparenta.

Estallo del cansancio y me doy golpes contra el mundo.

Me dejé pegar y engañar más de una vez y en un intendo de "amor" fuí cómplice de mi propio silencio; Recojo los pasos de mi niño muerto en manos de algún doctor y recuerdo no haberme medido por amar más, por desear más y por pensar más.

Respondí cuando me adoctrinaron, me humillaron y se me impusieron.

He muerto secretamente con mis antidepresivos hace tiempo y he vuelto a vivir cuando alguien me regalaba orgasmos de amor.

Escribo de forma incorrecta y escribo cuando odio y amo; Cuando aparentemente no siento nada tambièn escribo; Me he sentido hombre, mujer y niño, he querido el mundo pero el mundo no me ha querido a mí.

He abrazado de todas las formas posibles y luego: Sigo estando sola, INSURRECTA.

El mundo me devora y solamente escuchos los sonidos del corazón de mis DOS, ellos me demandan.

Me quedo...

Insurrecta

Tengo mucho por corregir aún:

A veces grito cuando algo me indigna y me bebo  sorbos la cerveza deseando siempre más. No puedo conciliar con los hipócritas, ni con los santos de papel. El "Gilles de la Tourette" me persigue "a veces" cuando hablo; Confío demasiado en la gente y mi alma siempre se transparenta.

Estallo del cansancio y me doy golpes contra el mundo.

Me dejé pegar y engañar más de una vez y en un intendo de "amor" fuí cómplice de mi propio silencio; Recojo los pasos de mi niño muerto en manos de algún doctor y recuerdo no haberme medido por amar más, por desear más y por pensar más.

Respondí cuando me adoctrinaron, me humillaron y se me impusieron.

He muerto secretamente con mis antidepresivos hace tiempo y he vuelto a vivir cuando alguien me regalaba orgasmos de amor.

Escribo de forma incorrecta y escribo cuando odio y amo; Cuando aparentemente no siento nada tambièn escribo; Me he sentido hombre, mujer y niño, he querido el mundo pero el mundo no me ha querido a mí.

He abrazado de todas las formas posibles y luego: Sigo estando sola, INSURRECTA.

El mundo me devora y solamente escuchos los sonidos del corazón de mis DOS, ellos me demandan.

Me quedo...

jueves, 20 de octubre de 2016

¡Chiquilla confiada! ¡Pinta de marihuanera! ¡Ella se lo buscó!






 Tenía diez y seis años.

Me pregunto: ¿Qué pude haber hecho? para que unos hombres me violaran, constante, brutal y repetidamente. Mi nariz sangraba porque me obligaron a aspirar cocaína, ellos quizá pensaron que así sería más facil, que así "yo me pondría blandita",  fácil o me dolería menos.

 La entrepierna enrojecida, los huesos aullando de dolor, mi mente le ordenaba a mi cuerpo terminar, jugaron con objetos-reían, lo disfrutaron-reían, me penetraron. reían,  me empalaron- reían y yo "lo merecía", por drogadicta, por suelta, por gitana y por puta (también por mujer).

Aún estando viva me bañaron con agua fría para quitarme toda la porquería que dejaron en mí, me abandonaron en el pasillo frío de un hospital ¡Se le fué la mano decían!  me botaron allì como un perro, respiré un poco más y decidí morir, nadie pudo hacer nada por mí.

Mi hermano dijo que lo que me pasó fué atroz, el me vió "dormidita" como quien encuentra paz luego de haber vivido horas en el infierno,  a mi padre lo quieren matar, la sociedad me sigue juzgando:

 ¡Chiquilla confiada! ¡Pinta de marihuanera! ¡Ella se lo buscó!.

Muchos no reconocen que no cualquiera puede morir así, me tocaba a mí, a Lucía y les toca a muchas por ese odio encarnizado que muchos sienten y nos tienen sólo por ser mujeres, porque nuestro cuerpo "provoca perversidades y malos pensamientos" y porque mi cuerpo podía recibirlo todo, desangrarse, morir y hacerlos felices - a ellos -, porque el pensamiento patriarcal de dominación, de fuerza y de poder se encarna aún mas en el sexo.

Puedo cumplirlo todo y si no lo cumplo igual me obligan, me violan, me empalan y me matan...

Yo no soy "una en mil",  no desaparecí para recordarles que existen estos "casos aislados".

¡Soy mujer! y no busqué lo que me pasó, soy mujer y ejercieron poder sobre mi cuerpo, soy mujer y me mataron por violarme, lo disfrutaron...

Soy mujer y por ser mujer "dulce y delicada" o "puta y drogada" me mataron brutalmente, esto no les pasa a los animalitos, no les pasa a los hombres, me pasó a mí ¿Es tan dificil de entender?















miércoles, 21 de septiembre de 2016

21- 09- 2017

Solamente consige hablar cuando grita
sus piernas tiemblan por el frío de la noche
detrás de la cenefa de la casa, le persiguen almas tristes
escucha llorar a María y su abuelo le hace señas.

Los huesos de los dedos a veces no le dejan escribir
las lágrimas se estancan en la yugular -sonríe-

 Reniega de las cruces y las iglesias
vomita cuando conoce a un santo de papel
llora con el  dolor de los demás.

Ama y sus gemidos exigen;
sus caderas demandan
sus cabellos atan mundos escondidos en su cerebro -luego escucha Hassid-
en el cuerpo y en la mente

Y tergiversa, transfigura, conguja versos que nadie entiende
está loca le dicen - no lo niega -
se sienta a tomar café con su par.

Antes de acostarse piensa mucho, piensa poco,
piensa en bien y en mal, antes de morir cada noche -vive-








lunes, 12 de septiembre de 2016

"Una buena mujer"




 Leerlo en primera persona:

La vida me empuja a ser "perfecta", una buena mujer que sea voraz en la cama y esconda sus curvas en la calle, una buena mujer que no sienta cansancio y que disfrute todo el tiempo de criar a sus hijos, que aún cuando esté enferma tenga energía y resurja.

Una mujer que use tacones altos y minifaldas sin sentirse incómoda y por las mañanas maquille su cara con capas enteras de maquillaje para esconder las lágrimas de anoche y las ojeras del cansancio, la mujer altamente competitiva, que puede con todo sin quejarse.

Deben admirarme por tener súper-poderes y jamás nadie debe verme llorar en público porque las emociones se guardan para la almohada y porque los trapos sucios se lavan en casa.

Una buena mujer que no grite y no pelee porque eso de varones,  sino que sea una figura conciliadora aunque su vida interiormente esté en caos y su mente le diga que no puede, esa buena mujer que siempre está lista y presta para amar aunque no la amen.

Una buena mujer que cuando inicia su pubertad sea muy femenina,  pero no tenga muchos novios, estudie mucho sobre todo la religión y que su doctrina le permita mantenerse pura y casta hasta que venga el indicado, el indicado para ponerle la mano encima y que ella siga aguantando por los hijos, por los años, por los bienes,  porque es la primera, y las demás son furtivas, no tienen importancia.

Esa niña que juega con las muñecas y dibuja en su mente historias de princesas, la niña que no hace machonadas como treparse en un árbol, la figura divina que viste de rosa y que no dice groserías porque no siente - no puede, no piensa - no puede, no se rebela - no puede porque sus padres no la dejan:

"Porque las mujercitas no hacen esto, ni aquello, porque las mujercitas no son VARONCITOS entonces todo lo informal es PECADO."

Esa mujercita que ahora se le "permite" educarse sólo si al hacerlo no descuida a su marido y a sus hijos y si no lo tiene en el trayecto consigue uno, forma una familia y así se siente completa.

Esa mujer que se sacrifica y no vive.

Quiero ser -perdón-  no quiero ser una buena mujer, sólo necesito ser auténtica, poder gritar cuando es preciso, darme  contra el mundo y recapacitar, amar con un amor humano, sentirme libre.

 Ni quiero "ser una buena madre" la madre que ustedes me imponen, ni quiero no sentir cansancio cuando me siento harta, ni quiero ir a una iglesia a lavar mis frustraciones...

 Quiero poder ser feliz cuando es preciso y poder llorar cuando algo me aflige SIEMPRE.


Cada día nos exigen ser lo que no QUEREMOS...


jueves, 4 de agosto de 2016

III

El verso se convierte en sexo
las palabras mudas en caricias
la poesía se teje en la cama
el amor grita, gime y luego de un tanto:

Llora

Tejí un ser perfecto entre mis piernas
hice el amor  con maña y ternura
abandoné complejos y luego comenzé a volar

El demonio me susurra al oído
luego puedo ver a Dios
alcanzo la muerte, me doy la vuelta
y estás siempre tú...

La noche juega y jerga
la entendemos de a dos

Luego cierro los ojos y al amanecer
me reinvento...

Espero la noche, te tengo


lunes, 1 de agosto de 2016

Ni más ni menos feminista que tú...





La historia comienza y no termina nunca cuando se escucha a la  propia familia y a muchas amigas muy pero muy cercanas señalar con dedo inquisidor las actuaciones de otras, tachar como estúpidas las decisiones que se adopta en torno a la vida, empujar para que se actúe con “malicia” contra los agresores, incentivar a realizar una denuncia y luego sin el mínimo de empatía abandonar a la amiga, a la hija, a la madre, a la mujer y al ser humano –Dejarla sola –

Te ofrecían estar…

Luego viene la fase de la competencia en el trabajo,  en donde la batalla se disputa  por quien es la mejor madre, la mejor mujer, la más religiosa, la mejor vestida, la esposa-trabajadora perfecta que a similitud de una deidad puede con todo y es que uno, que a duras penas puede “con dos”,  a “medias” y eso que uno trabaja bajo una jornada especial de “seis horas” que le da tiempo "porque el hijo tiene discapacidad..."

Y eso que yo,  a las SIETE de la noche, ya no puedo, no resisto y debo dormir (porque soy una vaga), porque me canso y ya me duermo, porque soy humano.

¡Qué peligroso trabajar con  una super-woman!

Posteriormente y sin quitarle importancia vienen todas aquellas mujeres que sí:

Son más valientes que tú, más fuertes, más preparadas, más leídas, más independientes, más activas, más feministas,  que deshacen a las otras a pe-da-zos por no poder ser como ellas y por no poder conjugarlo todo en una misma sopa…

Tener una familia, ser madre, ser profesional, ser santa, ser “puta”, tener hijos, ser perfecta :  per-fec-ta y ADEMÁS:

¡Ser feminista!

Aquellas mujeres que defienden a las mujeres que les “parece” y se matan la vida criticando a las demás, a todas las demás…

Las que saludan con quien les conviene y el derecho humano de la igualdad les dura en su círculo, con sus amigas, con sus mujeres.

¡Cómo se sufre en este mundo “feminazii”!

Porque nos exterminamos entre nosotras, porque nos catalogamos como más o menos “feministas” porque tenemos conceptos mal aprehendidos, porque entre mujeres no nos respetamos, no sentimos y no nos amamos, porque juzgamos ignorando realidades.

Porque queremos imponernos entre nosotras y no ante un sistema.

“Cuando las mujeres denigran a otras  mujeres en realidad le están gritando al mundo que están más preocupadas por la “competencia” que por su propio progreso” (este párrafo no es mío)

¡Es hora de preocuparse!

No soy ni más ni menos feminista que tú...
 
Soy un ser humano y me preocupan todas.