jueves, 25 de octubre de 2012

Alzheimer

Escrita hace algunos años en memoria de mi abuela amada 

En la mente de María se abrían todos los amaneceres, el alumbramiento de once hijos, sus travesuras infantiles y sus fechorías de adultez, su espíritu incansable de lucha plagado  por el  estereotipo de antaño , el de conservar el hogar, su instinto infalible de mujer, de proteger el nido, sus recuerdos de una vida de glorias y de pobrezas,  esperas de su hombre, esperas fallidas en su ventana quizá dando de amamantar a uno de sus hijos, su vejez carente de placeres , sus manos hábiles y  su vista nula , le impedían conquistar hasta los paladares más exigentes , virtud de mujer de antaño , el agradar a su amado con los mas deliciosos manjares y no carnales , pasaba el tiempo , se marchitaban las flores, sus ojos se iban apagando mas nunca de su corazón, era una mañana soleada recuerdo en medio de olores inconfundibles a naftalina, vejez , enfermedad y por cierto comida de enfermo ,la vi sentada , se le hacía imposible mirarme pero nunca sentirme, lleve a su boca un par de bocados , perdía el apetito, me tomaba de la mano y me llevaba al jardín ese pequeño jardín, lleno de claveles marchitos y con una estatua religiosa llena de polvo , llena de oraciones vacías de desesperación, de soledad me senté a su lado sería la última vez que la vería con vida, María decidió despedirse y morir, nunca dejaría de mirar , nunca con ojos de corazón, nunca dejaría de ser madre, ni esposa , nunca dejaría de sentirse sola pese a su enorme árbol familiar, María cerraba sus ojos, con los que amozaba futuros , y moldeaba hijos, finalmente cerró sus ojos ,hipotéticamente , la mirada yacía apagada, su ternura, su piel blanca ,sus arrugas invisibles, su belleza natural y sus uñas pintadas de rojo profundo, las lagrimas de abandono y de conciencia , recordaba en medio del silencio sepulcral el ensayo sobre la muerte de Sabater , lo cite en varias ocasiones , mi conciencia limpia de haber amado en vida y no haber deseado que no muriese , me permitiría despedirme de María sin lagrimas, pero con profundos recuerdos, sin desear seguir su ejemplo por mis condicionamientos y creencias, por mis pensamientos feministas la admiraba profundamente , hay luchas y luchas y , ella era una luchadora.

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