lunes, 19 de octubre de 2015

Las "madre-esposas"

 


Marcela Lagarde trajo a mi vida en un par de horas una mirada total y enriquecedora de lo que jamás quiero ser (como objetivo fundamental) y sobretodo como parte de un  estilo de vida  ...

Habló de las madre-esposas con una visión  total y abrumadora enfocándolas (a mi criterio) a aquellas 6 de cada diez mujeres (casadas como Dios manda) que cumplen este rol,  como si el mismo fuera el objetivo primordial de sus vidas, con alto espíritu de competencia, con un trazo objetivo impresionante, un enfoque de fuerzas abrumador  (a los quehaceres) y con una absurda contradicción ideológica .

Una madre-esposa es la mujer que comprende, no juzga, entiende, ama incondicionalmente, es una puta en la cama y en la cocina un "chef" profesional, arregla tan prolijamente la casa que no le queda tiempo para arreglarse el alma, plancha las camisas del esposo de tal manera que el calor generado por el vapor de la plancha arruga su piel, adicional a este punto : La madre-esposa jamás tiene derecho a quejarse, su obligación es producir un efecto multiplicador en el pan que le proporciona el marido, tolera la violencia por su "bien", tiene vocación de servicio permanente, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta por "amor".... (lo dice la biblia)

Por otro lado, está el papel de la madre- esposa con los hijos,  en una evocación de servidumbre, desvelo, dedicación, abnegación . "ejemplo viviente" , símbolo de pureza - OBLIGACIÓN, condición sine qua non para sostener una relación, engendro de amor, la madre que no vive, que no respira, la madre que se dice PRIMERO madre y luego mujer .... TERRIBLE !!!

La madre-esposa que en su boda siempre viste de blanco y menciona a su etapa gestante como " la dulce espera", aquella que sostiene en su mano la pluma de la libertad como arma ineludible frente a la crítica social (no le daré el divorcio dice) , aquella mujer que deja su tiempo de cultivo sexual e intelectual, pero sobretodo intelectual por quedarse en casa cuidando amargamente a los hijos, la madre- esposa que no ve, no siente, no escucha ( se hace de oídos sordos ) y sigue ocupando su "lugar", la madre-esposa que siempre quiere quedar bien con los demás aúnque su autoestima esté mermada, la que dice : ME SACRIFIQUÉ POR ELLOS! como herramienta para justificar su abandono total y rotundo a las posibilidades que además de ser madre y esposa, le ofrece la vida ...

Yo quiero estudiar ( también ) y además, además lo quiero todo... (reflexión personal) .

Por otro lado está el marido como fuente ineludible de apego sentimental y económico, esa imagen imponente y abrumadora que merece respeto y consideraciones - atenciones , sexo frecuente ( adentro ) y (afuera), el que merece una sobada de pies, de espalda cuando enferma y siempre sí un plato caliente de comida sin importar la hora, la situación, ni el lugar... en otras palabras :

El compañero de vida de la madre-esposa, aquel que no le exige absolutamente nada intelectualmente, con su "mujer" no discute, no conversa, no comparte sus gustos ( porque los comparte con la gente afuera ), aquel que no se da a sí mismo en su casa y tampoco " da " .

En conlusión : Un total aterrizaje, a tierra sin cimiento , un futuro promisorio de cachos,  desiluciones, de inequidad y por supuesto un terrible ejemplo para los hijos, un caldo de cultivo para las peores enfermedades y no " físicas", un ciclo de violencia " romántica ".

 Una enfermedad social que se torna melódica en la canción " la familia, la propiedad privada y el amor" de Silvio Rodríguez, está escrita en la primera carta de Corintios y se cobija fuertemente en el " hasta que la muerte los separe " de la frase del cura de la iglesia .

Una limitación total, absoluta, rotunda, abrumadora , una aceptación de lo inaceptable, las puertas cerradas al autodescubrimiento, a la emoción, al sexo con placer, a las paternidades empoderadas al crecimiento conjunto, la puerta cerrada al amor que no sufre, no lastima , GOZA !!!














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