miércoles, 21 de septiembre de 2016

21- 09- 2017

Solamente consige hablar cuando grita
sus piernas tiemblan por el frío de la noche
detrás de la cenefa de la casa, le persiguen almas tristes
escucha llorar a María y su abuelo le hace señas.

Los huesos de los dedos a veces no le dejan escribir
las lágrimas se estancan en la yugular -sonríe-

 Reniega de las cruces y las iglesias
vomita cuando conoce a un santo de papel
llora con el  dolor de los demás.

Ama y sus gemidos exigen;
sus caderas demandan
sus cabellos atan mundos escondidos en su cerebro -luego escucha Hassid-
en el cuerpo y en la mente

Y tergiversa, transfigura, conguja versos que nadie entiende
está loca le dicen - no lo niega -
se sienta a tomar café con su par.

Antes de acostarse piensa mucho, piensa poco,
piensa en bien y en mal, antes de morir cada noche -vive-








lunes, 12 de septiembre de 2016

"Una buena mujer"




 Leerlo en primera persona:

La vida me empuja a ser "perfecta", una buena mujer que sea voraz en la cama y esconda sus curvas en la calle, una buena mujer que no sienta cansancio y que disfrute todo el tiempo de criar a sus hijos, que aún cuando esté enferma tenga energía y resurja.

Una mujer que use tacones altos y minifaldas sin sentirse incómoda y por las mañanas maquille su cara con capas enteras de maquillaje para esconder las lágrimas de anoche y las ojeras del cansancio, la mujer altamente competitiva, que puede con todo sin quejarse.

Deben admirarme por tener súper-poderes y jamás nadie debe verme llorar en público porque las emociones se guardan para la almohada y porque los trapos sucios se lavan en casa.

Una buena mujer que no grite y no pelee porque eso de varones,  sino que sea una figura conciliadora aunque su vida interiormente esté en caos y su mente le diga que no puede, esa buena mujer que siempre está lista y presta para amar aunque no la amen.

Una buena mujer que cuando inicia su pubertad sea muy femenina,  pero no tenga muchos novios, estudie mucho sobre todo la religión y que su doctrina le permita mantenerse pura y casta hasta que venga el indicado, el indicado para ponerle la mano encima y que ella siga aguantando por los hijos, por los años, por los bienes,  porque es la primera, y las demás son furtivas, no tienen importancia.

Esa niña que juega con las muñecas y dibuja en su mente historias de princesas, la niña que no hace machonadas como treparse en un árbol, la figura divina que viste de rosa y que no dice groserías porque no siente - no puede, no piensa - no puede, no se rebela - no puede porque sus padres no la dejan:

"Porque las mujercitas no hacen esto, ni aquello, porque las mujercitas no son VARONCITOS entonces todo lo informal es PECADO."

Esa mujercita que ahora se le "permite" educarse sólo si al hacerlo no descuida a su marido y a sus hijos y si no lo tiene en el trayecto consigue uno, forma una familia y así se siente completa.

Esa mujer que se sacrifica y no vive.

Quiero ser -perdón-  no quiero ser una buena mujer, sólo necesito ser auténtica, poder gritar cuando es preciso, darme  contra el mundo y recapacitar, amar con un amor humano, sentirme libre.

 Ni quiero "ser una buena madre" la madre que ustedes me imponen, ni quiero no sentir cansancio cuando me siento harta, ni quiero ir a una iglesia a lavar mis frustraciones...

 Quiero poder ser feliz cuando es preciso y poder llorar cuando algo me aflige SIEMPRE.


Cada día nos exigen ser lo que no QUEREMOS...